CAZA EN BASKERVILLE
JLBelloq
Los cuatro conjurados habían seguido el rastro al perro asesino desde el lugar donde acababa de morir su última víctima. Determinados a terminar con la pesadilla de la bestia de Baskerville, lo persiguieron a todo lo largo del camino que rodeaba el bosque. Finalmente, al pie de la colina, estuvieron seguros de que, con el río detrás, lo tenían acorralado, y se apostaron abajo. Sigmund ascendió a la cima para acosarlo, con la lámpara en una mano y la pistola lista en la otra. En lo alto, una fuerza brutal lo sorprendió y se vio lanzado a varios metros de una única embestida. No veía nada, todo a su alrededor era negrura. Las rocas lo rodeaban, oscuras, amenazadoras, y veía a su agresor en cada sombra y en cada matorral. Había perdido la lámpara y el arma, pero se rehizo e intentó escapar en dirección a los otros cazadores. seguir leyendo →