“Echando pan a los patos
pasamos buenos ratos,
y cuanto más pan echamos
más bien nos lo pasamos”
(El Pirata)
El pareado nos viene al pelo este sábado. Habíamos quedado en casa de Mati, que tiene de visita a su hermana Nani, la que estudia en Salamanca, y que viene de fin de semana. Nos la acaba de presentar y, cuando nos aprestamos a introducirla en nuestro plan de hoy, llega la madre de las dos diciendo que ni hablar, que está la tarde muy buena y que nos vayamos al parque a que nos dé el aire y el sol. No sé si será por educación o por respeto, pero el caso es que acabamos paseando por el parque del barrio, arriba y abajo, tomando el sol y el aire y echando gusanitos con queso a los patos.
Nani acaba de terminar la carrera de traductora y está con una beca de especialización en japonés. Resulta que es una experta en anime y manga y hace tiempo que colabora con un FanSub, subtitulando algunas de las últimas series que llegan de Japón. Conocemos algunas, como “Shingeki no Kyojin” o, como lo diríamos aquí, “el Ataque de los Titanes”, una fantasía apocalíptica con humanos encerrados tras murallas enormes para protegerse de gigantes descerebrados que se los quieren comer. También ha sido la responsable de pasar al español “Danganronpa”, la del oso psicópata (!!) director de Instituto (!!!), que obliga a los alumnos a planear y cometer asesinatos perfectos usando como víctimas a sus propios compañeros y jugándose la vida, literalmente, en el intento. Paranoias inclasificables de los japos.
A esas alturas de la conversación ya todos queremos meter baza. Dani y yo, bueno, y Rober, y Jordi, y todos, hablamos y no paramos de “One Piece”. ¡Qué serie! ¡qué gozada! Ya se acerca a los setecientos episodios y aún seguimos queriendo más, y todos los domingos por la noche estamos clavados frente al ordenador para ver el episodio semanal, como cualquier otaku japonés.
Nani nos confiesa que con lo que más disfruta es con las películas de Miyazaki, las del Studio Ghibli: “Mi vecino Totoro”, “La princesa Mononoke”, “El castillo ambulante” o “Porco Rosso”. Son, según sus propias palabras, poesías en imágenes, versos animados que da tanto gusto leer como traducir mientras se disfruta de cada fotograma.
Salen muchas más referencias, todos queremos hablar de lo que más nos gusta: “Ninja Scroll”, que la hemos visto hace tan sólo una semana; “Ghost in the shell”, por supuesto, la obra maestra del anime; “Akira”, otra maravilla; “Paprika”, “Perfect Blue”, “Patlabor”, “Spriggan”. Nos acordamos de los vampiros: “Blood, el último vampiro”, “Vampire Hunter D”, “Hellsing”. También “Black Lagoon”, con las mejores escenas de acción del cine animado y tal vez del cine en general; “Bleach”, “Fairy Tail”, digna sucesora de “One Piece”. “Evangelion”, claro.
Alguien menciona “Dragon Ball”. No nos parece tan buena, pero a todos nos trae buenos recuerdos de la infancia, al menos mientras Goku era un niño raro de apetito voraz con unos maestros más raros todavía.
Conseguimos que los patos se harten de nosotros y nos volvemos a casa. Por el camino intentamos recordar aquellas series o películas que no deben quedar sin ser nombradas, no sea que el Dios del Anime nos tire un rayo a la cabeza. Sale “Berserk”, otra obra maestra; recordamos “Monster”, la aventura del cirujano vagabundo y el niño asesino; “Robot Carnival”, la espléndida compilación de cortos sobre robots. La cosa acaba degenerando cerca de la casa de Mati: “Heidi”, “Marco”, “La aldea del arce”, o la de los futbolistas cuyo título nadie recuerda, la del campo de fútbol que no se acababa nunca y los pases que duraban medio episodio. Ya en el portal, mientras nos despedimos de las chicas, salta uno, al fondo: ¡”Oliver y Benji”, joder! Vale, ya podemos dormir tranquilos.
Antes de entrar en mi casa, recibo un whatsapp de Jordi:
-¿Cómo podemos hablar de anime toda una tarde y no mencionar Death Note? Somos unos otakus de pacotilla.
Pues tiene razón. Pero al menos ahora sí que dormiré tranquilo… o no: ¿se nos habrá pasado por alto alguna otra obra maestra? Es que son tantas… Mejor, antes de acostarme echo un vistazo a la Wikipedia, o en McAnime, y me voy a la cama a gusto.
J.L. Belloq
Yo me quedé por el cap. 36 o así de Death Note. A ver si lo continúo. Me gustó mucho la idea jejeje
Primero que no te gusta la música de Michael Jackson, ahora que no te gusta Dragon Ball en el relato… tu sigue haciendo amigos, que verás lo que tardan en chaparte el garito.
De Death Note lo tengo tó, anime, manga, peli de acción real… buenísimo.
Y no nos olvidemos de “Gantz” . Guapísimo anime, peli de acción real y mejor manga.
He estado escribiendo un comentario, pero me he acordado de tantas series y, sobre todo, de dos omisiones tan imperdonables como Death Note, y lo he borrado. Así ya tengo material para otra interesante “Tarde de sábado” y os dejo en ascuas (espero) por saber cuáles son las supermegahiperbuenísimas series a las que me refiero.
Hala, a pensar, que a lo mejor hasta acertáis, pero no vale buscar en el listado de la Wikipedia o algo así, hay que acordarse, es un reto.
Como en anime no estoy nada puesto pues… qué entretenido!!! De Dragon Ball no pasé. El Lineage me absorvió mucho tiempo de mi vida, aunque no me arrepiento para nada ya que conocí a gente estupenda y viví experiencias inolvidables gracias a tan maravilloso juego.