EL RITO
Joaquín Carballo
Nueva York es una ciudad cautivadora. Amo cada uno de sus rincones, sus amplias avenidas, sus inabarcables rascacielos, sus estrechos callejones, que también los tiene y su gente: la mayor diversidad de personajes singulares pululan sin descanso por sus ruidosas y concurridas calles. seguir leyendo