Dos balas
JLBelloq
Max Renner empuñaba un revólver con dos balas. Tanto le daría haber llevado una metralleta con una docena de cargadores, porque la muerte se cernía sobre él, implacable. La muerte… y algo peor. seguir leyendo
Max Renner empuñaba un revólver con dos balas. Tanto le daría haber llevado una metralleta con una docena de cargadores, porque la muerte se cernía sobre él, implacable. La muerte… y algo peor. seguir leyendo
Las temidas tormentas de secano de la rayana localidad de Monteolivo de la Peña eran conocidas en los aledaños y acumulaban cierta fama por la virulenta y rápida vorágine de rayos y truenos con las que se precipita sobre los yermos páramos de antiguos y ya inertes sembrados de trigo y otros cereales, años ya sin usufructo agrícola debido a la dificultad para su explotación presentada por los cúmulos de peñas sin barrenar, que se plantaban justo en medio de las senaras, y que se encontraban abrazados por los retorcidos troncos de olivos secos y quebrados. seguir leyendo
Desde hace tiempo, en mi casa hay dos libros que aglutinan todos los relatos de Lovecraft, un juego de mesa de Cthulu y una figura de la deidad ficticia que da nombre al mismo. Deidad verdosa mezcla entre pulpo y dragón y de aspecto horrible.
Me informo sobre Lovecraft y, cuál es mi sorpresa, que pensando que me iba a encontrar con un escritor de importancia en su época me encuentro con lo que hoy hubiera sido tildado de un “friki” desgraciado, con una vida en la que el terror le acompañó desde los tres años por una desgraciada vida familiar, terror por su vida solitaria, terror por su mala salud, terror por su fracaso matrimonial, seguir leyendo
EL ENCARGO
J.C. Renfield
Sin aliento, Robert Wadlow corría por el páramo sombrío que hacía dos días le había llevado hasta casa Hemsley. Solo que ahora el camino de vuelta se antojaba interminable. Huía, pero no sabía muy bien de qué, pues el pánico le impidió observar con detalle aquello que había provocado su marcha forzada de la mansión, aunque lo intuía. Trataba de recomponer lo sucedido, pero le faltaba oxígeno para pensar con lucidez. Unas ramas en el suelo provocaron su caída y acabó golpeándose la cabeza contra una piedra y perdiendo el conocimiento. Inmóvil, la oscuridad invadió su consciencia.
Entreabrió los ojos y una luz blanca cegadora inundó su visión ¿dónde estaba ahora? Estaba tumbado en la cama de lo que parecía ser la habitación de un hospital. Trató de incorporarse, pero no pudo. Una melodiosa voz llegó desde el lado izquierdo. seguir leyendo
Os mostramos aquí la ilustración ganadora del concurso de la Noche de Difuntos, y un accésit.
El primer premio se ha adjudicado a Bárbara Stegmayer, por la que parece una evocación del ambiente enfermizo de “El color que cayó del cielo” .
El accésit se concede a Ana Veiga, por un retrato en modo fantasía, en blanco y negro, de HP Lovecraft.
El primer premio es una recopilación de cómics basados en el universo lovecraftiano. El segundo, una publicación de uno de los relatos más conocidos del autor, “El horror de Dunwich”.
Detrás y delante de la Noche de Difuntos existe un trabajo creativo que pone en contexto el evento y muestra debidamente al propio autor escogido para la ocasión (HP Lovecraft en 2017, Bram Stoker -Drácula- en 2016, y Edgar Allan Poe en 2015). Todo ello respetando siempre el mínimo de calidad que nos autoimponemos en el Círculo del Ludófago.
Estos han sido los resultados de este año:
Y en este enlace, el diseño gráfico de Noche de Difuntos 2016