EL MOLINO
Mariquita
No sé ni por dónde empezar. Tal vez esto sea una locura, pero siento que necesito escribirlo, aunque nadie lo lea. Hace semanas que algo raro pasa en mi cabeza y… no sé… en la casa también.
El molino siempre me dio miedo. La gente dice que está abandonado desde hace décadas, pero yo quería verlo. Una noche fui. La puerta estaba oxidada y cedió con un empujón torpe. Adentro olía a polvo, a humedad y a algo más, algo que no sé nombrar…
Desde el ventanal roto se veía el oscuro cielo y apuntaba hacia él una vieja veleta, que en el centro tenía un cristal, como si fuera un telescopio. No sé por qué lo hice, pero miré por él. Al principio no vi nada. Luego, algo se movió. No era una estrella ni un reflejo. Era oscuro… y parecía vivo. Y sentí que me miraba a mí. No sé cómo explicar eso, pero me paralicé.
Bajé las escaleras a un pequeño sótano. Había barro y humedad, y un olor raro que me hizo retroceder un poco. En el centro del suelo había una piedra negra. Grande, como una cabeza. La toqué… y estaba tibia. No sé por qué no salí corriendo. Supongo que estaba demasiado asustado para pensar.
Entonces pasó algo que todavía no entiendo. La luz cambió. No era luz normal, era densa, pesada. Y sentí algo en la cabeza, como presión. Y vi cosas… cosas imposibles: cielos torcidos, mares flotando en el aire, y ojos enormes que me miraban como si yo fuera un insecto. No pude mirar mucho.
No recuerdo cómo salí. Desperté afuera, al amanecer. El molino estaba destruido, la veleta partida. Y en mi bolsillo… había un trozo de la piedra. No recuerdo cómo llegó ahí.
Desde entonces escucho un zumbido. No siempre, solo a veces. A veces siento que viene de dentro de mí. Y algunas noches siento que algo me observa, incluso cuando cierro los ojos.
No sé si debería escribir esto, ni si alguien lo creerá. Tal vez solo soy un idiota que miró demasiado al cielo. Pero si alguna vez encuentran algo así… no se acerquen. Y si escuchan un zumbido dentro de la cabeza… no respondan. Nunca.
Leave a Reply