¿Juegos retro?

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Juegos retro… ¿qué son los juegos retro? Por si alguien ha vivido en un búnker antinuclear los últimos 40 años, lo explicaré…

Los juegos retro son un concepto creado por sabe Dios quién (Illuminati, masones, templarios…) para que los que fuimos jóvenes hace más de 20 años, con una capacidad económica escasa, propia de los 80-90, podamos vaciar nuestra frustración (y nuestra cartera) comprando videojuegos que de niños jamás hubiéramos soñado poseer, o poder recomprar los juegos que tuvimos y que nuestra querida madre tiró a la basura o regaló a la niña pequeña de tu vecina sin tu consentimiento.

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Cara de “en cuanto te pires al cole, tu madre me va a dar el Pong ése que dice que ya no usas”

¿Por qué la moda de coleccionismo de juegos retro está en pleno auge?

Este afán de coleccionar “todo-lo-que-sea” de tu infancia tiene un solo propósito, que en el fondo no es valorar la calidad del juego, ni la rareza, ni apreciar esa edición especial limitada con caja metálica. Este impulso de compra compulsiva sólo responde a un objetivo: intentar recuperar y capturar, aunque sólo sea por un instante, cómo te hacía sentir ese videojuego con el que te pasabas horas jugando en casa o en los recreativos .

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“¡Dios mío, este Frogger parece una rana real cruzando la carretera! ¡vaya graficazos!”

La cuestión es… ¿cuánto vale eso? ¿cuánto cuesta una ilusión, una sonrisa, un recuerdo alegre, un viaje a un pasado edulcorado en el que no existían los problemas de adulto?

Mucho. Lo que quieran pedir los malditos especuladores buitres de Ebay y demás carroñeros que nos inflan los precios a los que coleccionamos, los muy cabr…, pero bueno…¿qué es una pequeña cantidad de dinero (no tan pequeña) en comparación con un ticket de ida y vuelta a los 80 a la velocidad de la luz?

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Pero hay otra realidad detrás de esto. Ese viaje es muy corto y siempre se queda en coitus interruptus. En un instante has pasado de ser un niño con los ojos grandes y vidriosos ante la visión de tu nuevo videojuego, a volver a ser el adulto con entradas (en mi caso entradas y salidas), de nuevo.

Una vez conseguido ese “Day of the tentacle” para PC en caja grande de cartón, o “La abadía del crimen” en cassete para Spectrum, mirarlo ilusionado, darle varias vueltas a esa bonita caja brillante, apreciar sus elaboradas instrucciones de uso, ver el estado general del cartucho-cinta-disco… se acabó. A la estantería, condenado a coger polvo, con una promesa de poder tener algún día el tiempo necesario para enchufar ese viejo PC o consola que también están cogiendo polvo en una vitrina, y poder rejugarlo en su  formato original.

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“Un poquito más de hueco por esta esquina y me entra la PolyStation”

Que lástima: esta vez has creído percibir cómo el corazón latía más fuerte de lo normal, casi has llegado a sentir  ese instante en el que, de niño, desempaquetabas ese mismo videojuego en tu décimo cumpleaños y sentías esa sensación tan placentera en la que tu estado emocional se dividía entre la euforia y la alegría…

Pero de repente se apaga. Esta vez tampoco has conseguido que perdure, pero no te preocupes… en Ebay has visto un “Space Invaders” de la Atari 2600 (el mismo que te regaló tu tío José Antonio el día de tu comunión) y con ése sí, con ése lo vas a conseguir… vas a traer de vuelta a tu “yo” de niño para jugar los dos a dobles con la consola.

Eso sí, esta vez él será el player 2.

Astro RiserSin título6

 

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